Cada 14 de julio se celebra en Francia la "Fiesta Nacional". Los que no somos franceses solemos asociar este día a la Toma de la Bastilla, fecha de inicio de la Revolución Francesa (la de 1789). Curiosamente, pocas veces se ven referencias revolucionarias en la cercanía de esta celebración. Esto es así porque la "Fête Nationale" no es el recordatorio revolucionario, sino el recordatorio de la declaración de la Federación Francesa, ocurrida un 14 de julio de 1790. Claro, en aquel tiempo, el 14 de julio tenía aún reminiscencias revolucionarias. Sin embargo, mucha agua ha pasado por debajo del Pont Neuf/Pont Nòu. Los girondinos fueron aniquilados, los revolucionarios del '89 se decapitaron los unos a los otros, Napoleón Bonaparte accedió al poder y se restauró la monarquía y el centralismo en el Estado Francés. Este 14 de julio fue anunciado de manera diferente en Tolosa: "Le 14 Juillet fait sa Révolution" (El 14 de julio hace su revolución). En el marco de la celebración del Año de Jean Jaurès y dado el cambio de gobierno municipal de la ciudad ocurrido en 2008, el pasado 14 de julio se celebró en la Ciudad Rosa de una manera diferente de como se hubo hecho en años anteriores.
Para celebrar esta fecha, la municipalidad de Tolosa organizó un recital con artistas locales en las "allées Jean jaurès", delante de la Mediateca municipal
Jean Jaurès, el apóstol de la paz, un gran ideólogo socialista y activista de las causas populares merece mi máximo respeto y admiración. Es un gran ejemplo de intelectual cercano al sentir y al pensamiento de su pueblo, que asumió la responsabilidad de representar como diputado. Celebro plenamente que se le rindan todos los honores posibles y que se difunda la obra escrita y la acción llevada a delante por este gran luchador. Jaurès, luchó hasta el fin de sus días por evitar que el pueblo trabajador fuera llevado al frnte de combate para defender los intereses de las clases dominantes, organizadoras de las guerras. Jean Jaurès tenía, además, plena conciencia de que el pueblo debía ser protagonista de la Historia y constructor de la cultura, que la diversidad de pensamiento y de conocimiento era algo enriquecedor. Jaurès, nos da el ejemplo de que ser un internacionalista significa construir la unidad en la diversidad de las ideas, de la cultura, de las experiencias. Respetuoso de sus orígenes y del hablar de su pueblo, entre otras virtudes Jean Jaurès era capaz de dar sus discursos y de mantener sus discusiones en su idioma materno, el occitano. Celebremos este año los 150 años del natalicio de don Jean jaurès y sigamos adelante, desarrollando las ideas de internacionalismo, pacifismo y contrucción política popular que él impulsó.
Para celebrar esta fecha, la municipalidad de Tolosa organizó un recital con artistas locales en las "allées Jean jaurès", delante de la Mediateca municipal
Jean Jaurès, el apóstol de la paz, un gran ideólogo socialista y activista de las causas populares merece mi máximo respeto y admiración. Es un gran ejemplo de intelectual cercano al sentir y al pensamiento de su pueblo, que asumió la responsabilidad de representar como diputado. Celebro plenamente que se le rindan todos los honores posibles y que se difunda la obra escrita y la acción llevada a delante por este gran luchador. Jaurès, luchó hasta el fin de sus días por evitar que el pueblo trabajador fuera llevado al frnte de combate para defender los intereses de las clases dominantes, organizadoras de las guerras. Jean Jaurès tenía, además, plena conciencia de que el pueblo debía ser protagonista de la Historia y constructor de la cultura, que la diversidad de pensamiento y de conocimiento era algo enriquecedor. Jaurès, nos da el ejemplo de que ser un internacionalista significa construir la unidad en la diversidad de las ideas, de la cultura, de las experiencias. Respetuoso de sus orígenes y del hablar de su pueblo, entre otras virtudes Jean Jaurès era capaz de dar sus discursos y de mantener sus discusiones en su idioma materno, el occitano. Celebremos este año los 150 años del natalicio de don Jean jaurès y sigamos adelante, desarrollando las ideas de internacionalismo, pacifismo y contrucción política popular que él impulsó.
1 commento:
Muy interesante (y triste) el dato de cómo la fiesta de la revolución se convirtió en fiesta nacional.
De la visita de Jaures a la Argentina dejó algunas anécdotas divertidas (e ilustradas) don Ramón Columba, quien fue jefe de taquígrafos en el senado antes de fundar su editorial de historietas.
Jaurés dio un apasionado discurso en nuestro Congreso, acompañado de vigorosos gestos físicos. En un momento quiso acompañar sus palabras con un brusco movimiento del brazo señalando al horizonte y salió volando el puño de camisa aplicable que se usaba por entonces, con tanta fuerza que fue a parar en el ojo de uno de los senadores asistentes. ¡Qué momentum!
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