Cuando estudiaba en la facultad, tenía tiempo para dedicar a la lectura. Y esto, a pesar de que la cursada en Exactas demanda muchísimas horas de asistencia y de estudio fuera de clase. Sin embargo, el hecho de tomar medios de transporte público y de desplazarme en largos trayectos, sea para realizar mi tesis de licenciatura en Bernal dar clases en el CBC de Merlo, disponía de una hora y pico diarias para leer.
En los últimos tiempos, en parte porque viajo en bici o en auto. O porque he vivido siempre bastante cerca del trabajo, ya debo hacerme un tiempo para la lectura. De todos modos, ese grato momento aparece.
En 1994 pude hacer mi primer gran viaje. Recorrimos la isla de Cuba junto a mi amigo Camilo. En aquel viaje he podido aprender muchísimas cosas y he disfrutado de cada momento.
Debo decir que pude ir a la playa solamente un mes después de haber aterrizado. El Caribe estaba allí, como una tierra de promisión, que uno puede ver, pero no tocar. De todos modos, luego de haber visitado instituciones, hospitales, escuelas, museos y amigos en diferentes ciudades, pudimos hacernos un tiempo para el reposo, pasando un día en la playa. Nuestros anfitriones de la Universidad de Matanzas nos llevaron a Varadero, playa famosa mundialmente.
No faltó, en aquella ocasión, la oportunidad de llevar el equipo matero y un libro adecuado para el esparcimiento.
El libro que me acompañaba en el 107 por aquella época era "El arrancacorazones" ("L'arrache-cœurs") de Boris Vian. Ese mismo libro me acompañó a la Reina de de las Antillas y posó junto a mí en la playa de Varadero.
Más allá de los hermosos paisajes y de la excelente onda de los cubanos, hubo varias características del pueblo cubano que me han producido una enorme admiración. Eso es el levado nivel cultural, el interés por conocer y aprender acerca de los demás países y pueblos, y el respeto por los demás, por sus ideas y por las diferencias. La necesidad de conocer y de saber para poder salir adelante es algo muy estimulado en toda la formación educativa.
En los últimos tiempos, en parte porque viajo en bici o en auto. O porque he vivido siempre bastante cerca del trabajo, ya debo hacerme un tiempo para la lectura. De todos modos, ese grato momento aparece.
En 1994 pude hacer mi primer gran viaje. Recorrimos la isla de Cuba junto a mi amigo Camilo. En aquel viaje he podido aprender muchísimas cosas y he disfrutado de cada momento.
Debo decir que pude ir a la playa solamente un mes después de haber aterrizado. El Caribe estaba allí, como una tierra de promisión, que uno puede ver, pero no tocar. De todos modos, luego de haber visitado instituciones, hospitales, escuelas, museos y amigos en diferentes ciudades, pudimos hacernos un tiempo para el reposo, pasando un día en la playa. Nuestros anfitriones de la Universidad de Matanzas nos llevaron a Varadero, playa famosa mundialmente.
No faltó, en aquella ocasión, la oportunidad de llevar el equipo matero y un libro adecuado para el esparcimiento.
El libro que me acompañaba en el 107 por aquella época era "El arrancacorazones" ("L'arrache-cœurs") de Boris Vian. Ese mismo libro me acompañó a la Reina de de las Antillas y posó junto a mí en la playa de Varadero.
Más allá de los hermosos paisajes y de la excelente onda de los cubanos, hubo varias características del pueblo cubano que me han producido una enorme admiración. Eso es el levado nivel cultural, el interés por conocer y aprender acerca de los demás países y pueblos, y el respeto por los demás, por sus ideas y por las diferencias. La necesidad de conocer y de saber para poder salir adelante es algo muy estimulado en toda la formación educativa.
Hoy ya han pasado muchos años de aquella visita. Muchas cosas han cambiado, casi todas para mejor. Especialmente, lo que concierne a suministro de materias primas, a desarrollo de materiales necesarios para la producción. En ese sentido, el pueblo cubano ha sabido usar la cabeza y disponer de una gran voluntad de desarrollo. Seguramente, los iniciadores de este proceso hayan sido los líderes de la Revolución, pero el trabajo de los viejos cuadros no se limita a ellos mismo, ya hay en Cuba dos generaciones formadas en la Revolución. Y toda la tarea revolucionaria continuará llevada adelante por el pueblo.
En este sentido, recomiendo mucho la lectura del libro "Fidel Castro, biografía a dos voces" de Ignacio Ramonet, director del periódico francés "Le Monde diplomatique". Ese libro resume unas cien horas de entrevistas hechas por I. Ramonet a Fidel Castro entre 2005 y 2006. A lo largo de las conversaciones, Ramonet entre vista a Fidel sin tomar partido, sólo preguntándo y debatiendo acerca de diferentes temas. Primeramente, nos mete en el contexto de Cuba en la primera mitad del s.XX, en la Cuba de los primeros años de la Revolución y en Cuba hoy en el contexto mundial. Además, Fidel se refiere, con gran intelectualidad, a temas como el medio ambiente, las relaciones internacionales y la economía mundial. Realmente, vale la pena leer este libro, que nos deja un montón de preguntas y ganas de leer mucho más sobre los diferentes temas tratados.
Dejo un video con una entrevista de presentación del libro, realizada al autor por Radio Nederland (Países Bajos), en castellano.