Aclaracion: En esta nota publico tres fotos que no saqué yo y cuyos autores desconozco. Si alguno conoce sus nombres, por favor, màndemelos por email o déjelos en un comentario.
La participacion activa de la Sociedad Rural Argentina en todas las dictaduras sufridas por los argentinos està detallada en muchas obras de investigacion historica, sociologica o politica. La misma Sociedad Rural se jacta de su apoyo a los regimenes totalitarios homenajeando a uno de sus miembros benefactores, José Alfredo Martinez de Hoz, ministro de la dictadura genocida de Videla, entre 1976 y 1981. El principal responsable del subdesarrollo industrial en Argentina.
Diez a~os antes del golpe de Estado de Videla, don Arturo Jauretche publicaba el siguiente texto:
Diez a~os antes del golpe de Estado de Videla, don Arturo Jauretche publicaba el siguiente texto:
"Mucho se ha batido el parche sobre el éxodo de los trabajadores rurales a las ciudades industriales porque a la clase propietaria de la tierra y a la economía dependiente, le conviene el estado de desocupación endémico de una masa de trabajadores rurales que sólo cuentan con los trabajos estacionales para subsistir en la semi-ocupación que provoca a miseria rural por la competencia de excesiva mano de obra en oferta, y la desocupación industrial, por el achicamiento del poder adquisitivo de los trabajadores. Se añora un estado típico del subdesarrollo que permite bajar los costos de producción creando en la clase patronal rural la ilusión de un mayor margen, cuando en realidad este mayor margen es absorbido por el aparato exterior de comercialización y por los menores precios internacionales que origina la producción argentina a bajo costo. Se olvida que, al aumentar el margen la diferencia se transfiere al exterior. Se intenta así, restablecer las bases de la renta diferencial, haciendo absorber al país los efectos de la relación adversa de los términos del intercambio, con el achicamiento del costo-hombre, en la pretensión de fundar la prosperidad de un grupo en la miseria popular y en la disminución del país. Y al mismo tiempo se habla de tecnificación y diversificación agraria, que son incompatibles con la mano de obra a vil precio.
En cambio, no se habla para nada de la emigración de los propietarios rurales a Buenos Aires. Bastaría una elemental investigación sobre las unidades de vivienda construidas después de 1955 y concentradas casi todas en el Barrio Norte y sus aledaños, para comprobar como, a consecuencia de la transferencia de la renta operada desde entonces, se ha radicado en la Capital una enorme masa de los llamados productores rurales, que antes vivían en el campo o en los pueblos cercanos a sus establecimientos. El pretexto más usado es la necesidad "de educar los chicos", que antes se internaban como pupilos en los colegios, o cumplían su enseñanza secundaria en los colegios de las localidades rurales.
De tal manera el propietario medio, de cuatrocientas a mil hectáreas, ha triplicado sus gastos de consumo con la diferencia que va de vivir en Buenos Aires —a nivel estanciero— a vivir en el propio campo o en el pueblo cercano, y así los efectos de la transferencia de la renta y las exoneraciones fiscales, que debían traducirse teóricamente en mayor inversión, se traducen en mayores consumos superfinos que excluyen la reinversión. Además esta forma de ausentismo implica la imposibilidad de la tecnificación que requiere la conducción de un experto que no puede ser, en el caso de las pequeñas fortunas, otro que el interesado o sus hijos, a diferencia de los grandes establecimientos cuyas condiciones económicas permiten tener un experto a sueldo. Así mismo, las inversiones en máquinas, aprovechando los beneficios dados por réditos, resultan excesivas desde que no son aprovechadas al máximo, cuando no se han traducido en automóviles y camionetas de alto precio, en las que la utilización para las necesidades reales de la producción es subsidiaria de la necesidad de “hacer pinta”, y de trasladarse a la lejana base de producción siquiera una vez cada quince días. (Se hace imprescindible determinar qué se entiende por productor rural, que no lo es el rentista de la tierra, aunque esté eliminado el arrendatario, si el propietario no concentra su vida y su actividad en llevar al máximo la producción del predio. El estudio de la mentalidad del "medio pelo" es imprescindible para conocer la influencia de las pautas porteñas en la actividad agropecuaria, pues este llamado "productor rural" que estoy señalando, se complace en imaginar las posibilidades de desenvolverse como un farmer norteamericano o europeo, pero no admite ni por broma sujetarse a su disciplina de trabajo y de consumo, que es exclusivamente agraria. Porque ese "productor rural" envidiado no vive en las grandes capitales, ni dilapida sus bienes: engorda personalmente el chancho y el vacuno, siembra y cosecha su cereal, etc." (Extracto de "El medio pelo en la sociedad argentina. Apuntes para una sociologia", 1966. Reeditado en 2007 por Editoria Corregidor)
En 2008, cuarenta y dos a~os después de la publicacion de dicho texto, los propietarios agricolas prentenden seguir el mismo tren de vida prodiga... y pretenden que el Estado subsidie sus berretines. De la Sociedad Rural no esperaba otra cosa, màs que el intento de conservar sus privilegios por la fuerza.. pero me llamaba la atencion el hecho de que la Federacion Agraria Argentina, que historicamente defendiera la diversificacion de la actividad agropecuaria se pusiera a favor de los terratenientes, defensores de la economia basada en el monocultivo de la soja, economia de la dependencia de los centros industriales.
Hoy me mandaron un mensaje con la foto que sigue:
En esta foto aparece el dirigente de la Federacion Agraria Argentina, De Angeli, haciendo unas declaraciones. A su lado, uno de sus acolitos: el represor Julio Méndez. Méndez està procesado por violaciones a los derechos humanos durante la ùltima dictadura (1976-1983)... la de Videla, Martinez de Hoz... la misma. Ahora me explico màs claramente por qué la Federacion Agraria, que otrora dirigiera don Humberto Volando, ahora apoya a las organizaciones de los patrones de clase alta.
En este marco, aun no siendo partidarios del gobierno, los ciudadanos tienen que tener en claro de qué lado hay que ponerse. En Semana Santa de 1987, una gran mayoria no oficialista ocupo' la Plaza de Mayo contra el intento golpista de los militares. Luego votaron contra el radicalismo en las elecciones provinciales de ese a~o. Pero la via para cambiar de gobierno que elegia el pueblo era la que prevén las leyes y la Constitucion Nacional. La discusion en el seno de las instituciones y organizaciones politicas. Espero que el pueblo argentino hoy sepa tomar la misma sana decision y desplazar a los que pretenden tener al Estado a su servicio por medio de la fuerza.
Como cierre, dejo esta otra foto de uno de los cacerolazos en Buenos Aires. No sé si sea veridica o no la imagen, pero me parece muy ilustrativa del "medio pelo". Podria servir para la tapa de alguna nueva edicion.