Cada 5 de marzo se celebran dos cumpleaños muy caros a mi persona. Vayan mis mejores deseos! Uno de estos cumpleaños es el de Babosa (conocido como El Gordo para los blogueros). El otro cumpleaños es el de Silvita Carrasco, que acaba de festejar sus 26 años!
Durante varios años, junto a Rosario hemos ido a festejar con Silvita para esta fecha, en casa de sus padres, en la tedeschissima localidad de Villa Ballester. Allí nos encontrábamos con sus amigos de toda la vida, gente de muy buena onda, con quienes podríamos pasar horas conversando muy tranquilamente y dados los orígenes alemanes de la mayoría de los asistentes, podríamos comparar las veladas de fines del verano a un plácido paseo por las callecitas de Constanza o de algún calmo paraje de la Suabia. El comentario casi obligado era la involuntaria omisión de alguna opción vegetariana. Salvo, claro, aquella vez en que no pude asistir y en que algunos concurrentes acordaron en que justo esa vez (coincidió con la celebración de los 24 años de Silvia) la anfitriona habría preparado unas berenjenas que habrían estado exquisitas... Finalmente, el engaño se supo y las tales berenjenas jamás habrían existido... en fin que el menú había sido como casi siempre... empanadas o algo así que tuviera carne. Por lo tanto, a nivel gastronómico no me había perdido nada.
La revelación de la falsedad acerca de la comida se debió, principalmente, a que ello no debería opacar otro acontecimiento, cuyos ecos resuenan aún el día de hoy. Uno de los invitados, invitó a su vez a un amigo suyo. Este invitado de segundo orden no estimó su resistencia alcohólica, por lo que se la pasó causando algunos inconvenientes entre los invitados a la fiesta, además de tomar por asalto botellas de otras bebidas cuyo contenido no estaba previsto tomar en aquel día.
Hacia el final, cuando ya no quedaba más materia líquida alcoholizada, el díscolo colado, saltó la verja de la entrada e inició una disputa con unos aficionados al alcohol que pasaban por la vereda de enfrente y que estaban dispuestos a defender con ahínco su patrimonio etílico.
La salida del sujeto coincidió con la llegada a la casa de Miguel, hermano de Silvia y célebre organizador de fiestas movidas (recuerdo el año nuevo 2000). Miguel quedó atónito ante el hecho, acaso porque su ausencia se debiera a que los cumpleaños de Silvita se llevaban a cabo de una manera calma y más o menos previsible... nada que ver con lo que sucedió en aquella noche... . Mientras tanto, otras personas sujetaban al ya eufórico y casi violento enófilo para meterlo en un auto y llevarlo hasta su casa... por las calles de Villa Ballester y durante todo el camino se oían sus quejas... "me tienen violadoooooooooooo!!! Devuélvanme mi dignidad!!!!
Miguel, aún sorprendido, le dijo a su hermana casi satisfecho: "Al fin pasa algo en un cumpleaños tuyo!"
A varios años y kilómetros de aquel suceso, en Copenhague, la vida transcurre de una manera más o menos rutinaria y planificada, como se espera que suceda en Escandinavia en general. Sin embargo, el pasado 5 de marzo, se desató la protesta de los muchachos de Ungdomshuset. Entonces, Copenhague, Dinamarca y el querido y vecino barrio de Nørrebro aparecieron en los medios de difusión del mundo entero... Por un lado uno lamenta los hechos de violencia, la destrucción de la Casa de la Juventud. Pero, por otro lado, siendo que los "Unger" no han perdido su dignidad, aunque sí su lugar de encuentro, podemos decir que en este 5 de marzo también pasaron cosas!
Durante varios años, junto a Rosario hemos ido a festejar con Silvita para esta fecha, en casa de sus padres, en la tedeschissima localidad de Villa Ballester. Allí nos encontrábamos con sus amigos de toda la vida, gente de muy buena onda, con quienes podríamos pasar horas conversando muy tranquilamente y dados los orígenes alemanes de la mayoría de los asistentes, podríamos comparar las veladas de fines del verano a un plácido paseo por las callecitas de Constanza o de algún calmo paraje de la Suabia. El comentario casi obligado era la involuntaria omisión de alguna opción vegetariana. Salvo, claro, aquella vez en que no pude asistir y en que algunos concurrentes acordaron en que justo esa vez (coincidió con la celebración de los 24 años de Silvia) la anfitriona habría preparado unas berenjenas que habrían estado exquisitas... Finalmente, el engaño se supo y las tales berenjenas jamás habrían existido... en fin que el menú había sido como casi siempre... empanadas o algo así que tuviera carne. Por lo tanto, a nivel gastronómico no me había perdido nada.
La revelación de la falsedad acerca de la comida se debió, principalmente, a que ello no debería opacar otro acontecimiento, cuyos ecos resuenan aún el día de hoy. Uno de los invitados, invitó a su vez a un amigo suyo. Este invitado de segundo orden no estimó su resistencia alcohólica, por lo que se la pasó causando algunos inconvenientes entre los invitados a la fiesta, además de tomar por asalto botellas de otras bebidas cuyo contenido no estaba previsto tomar en aquel día.
Hacia el final, cuando ya no quedaba más materia líquida alcoholizada, el díscolo colado, saltó la verja de la entrada e inició una disputa con unos aficionados al alcohol que pasaban por la vereda de enfrente y que estaban dispuestos a defender con ahínco su patrimonio etílico.
La salida del sujeto coincidió con la llegada a la casa de Miguel, hermano de Silvia y célebre organizador de fiestas movidas (recuerdo el año nuevo 2000). Miguel quedó atónito ante el hecho, acaso porque su ausencia se debiera a que los cumpleaños de Silvita se llevaban a cabo de una manera calma y más o menos previsible... nada que ver con lo que sucedió en aquella noche... . Mientras tanto, otras personas sujetaban al ya eufórico y casi violento enófilo para meterlo en un auto y llevarlo hasta su casa... por las calles de Villa Ballester y durante todo el camino se oían sus quejas... "me tienen violadoooooooooooo!!! Devuélvanme mi dignidad!!!!
Miguel, aún sorprendido, le dijo a su hermana casi satisfecho: "Al fin pasa algo en un cumpleaños tuyo!"
A varios años y kilómetros de aquel suceso, en Copenhague, la vida transcurre de una manera más o menos rutinaria y planificada, como se espera que suceda en Escandinavia en general. Sin embargo, el pasado 5 de marzo, se desató la protesta de los muchachos de Ungdomshuset. Entonces, Copenhague, Dinamarca y el querido y vecino barrio de Nørrebro aparecieron en los medios de difusión del mundo entero... Por un lado uno lamenta los hechos de violencia, la destrucción de la Casa de la Juventud. Pero, por otro lado, siendo que los "Unger" no han perdido su dignidad, aunque sí su lugar de encuentro, podemos decir que en este 5 de marzo también pasaron cosas!
Fotos publicadas en el diario "Politiken", de Copenhague, Dinamarca.
Como reflexión final, recuerdo que Mafalda se lamentaba al no encontrar ninguna noticia acerca de Noruega reflexionando que "la violencia tiene más rating que el bacalao"... y que las papas y que las frutillas danesas, ni hablemos.