Mi primera experiencia electoral francesa
fue en 2002. El neofascista Jean-Marie LePen llegaba a la segunda vuelta
electoral. El apoyo que muchos dimos al conservador Jacques Chirac,
reelecto entonces presidente, nos dejaba un sabor a derrota a quienes
creemos en un Estado que apoye al trabajador y que promueva la
integración europea. Desde entonces, los conservadores ganaron en los
mayores estados europeos, subordinando la conducción de la UE a los
intereses del capital financiero.
El panorama electoral de 2012 es bien diferente. El programa
neoliberal a ultranza llevado adelante por Sarkozy dejó en evidencia que
“trabajar más” no significó para el asalariado “ganar más”, la
confrontación continua dejó al presidente-candidato sin apoyos de otras
fuerzas para el segundo turno y con un bloque de ultraderecha
fortalecido y capaz de exigirle concesiones. Hollande se presentó como
el candidato del crecimiento y de la integración social y europea.
Hoy, quienes creemos que la Unión Europea necesita de sus pueblos,
su diversidad y de políticas de desarrollo comunes, podemos abrigar una
esperanza. Ayer, además de elegir su presidente para el próximo
quinquenio, los franceses decidieron dar a la UE la oportunidad de
integrarse políticamente, y no que la integración se reduzca al capital
financiero.
Creo, como manifestara la líder de Europe-Écologie Les Verts, Cécile Duflot, que el resultado de estas elecciones representa una oportunidad para Francia, para la ecología, para la justicia social y para la democracia.
Las próximas elecciones legislativas, a celebrarse en junio,
terminarán de definir la voluntad del pueblo francés. Rendez-vous dans
un mois.
Enlace a la nota original:
http://tiempo.infonews.com/2012/05/07/editorial-74972-esperanza-de-cambio-para-la-ue.php