Entrada a la Unión Europea desde Christiania.
Mi nota anterior generó la respuesta de parte de dos de mis lectores, dos lectores muy apreciados por mí: Ariel y Bob Row. El Comandante Cansado publicó una nota muy concisa y aclaratoria sobre quién es quién en el Parlamento Europeo. El Comandante nos enumera cómo votaron los diferentes grupos europarlamentarios respecto de la recuperación de YPF por parte de Argentina. Más precisamente, el Comandante Cansado concluye: "Es bueno saber qué partidos políticos no se han rendido al neoliberalismo y cuáles sí."
Desde antes de venir a Europa, yo tengo afinidad política por el Partido Verde Europeo, tuve oportunidad de votarlo en 2004 y en 2009. En el año 2000, cuando vine por primera vez a Europa, el proceso de integración estaba en marcha. Los gobiernos de entonces apostaban por fortalecer las instituciones europeas. O, al menos, no se oponían a un fortalecimiento de la Unión Europea (UE).
A partir de 2002, las cosas comenzaron a cambiar, y los partidos conservadores y neoliberales ganaron las elecciones de los países más poderosos política y económicamente. En particular, Francia y Alemania.
En 2004, diez nuevos estados pasaron a formar parte de la UE.Las instituciones que regulan las interacciones entre los estados miembro (a partir de entonces, veinticuatro) continuaron siendo las mismas que regían la UE con quince miembros. El Consejo de la UE sigue contando con un representante por cada gobierno (desde 2007, veintisiente) y decidiendo por unanimidad. Ese funcionamiento lleva a que no haya una interacción política entre los consejeros, sino una disputa entre estados. Las instituciones europeas no representan al Pueblo europeo, no definen una política común. La discusión deriva en luchas por intereses parciales, muchas veces, mezquinos. El poder político de la UE se ve así debilitado.
El poder económico, en cambio, no tiene ese problema. Mucho menos, el poder financiero. Ese poder sí puede abroquelarse, dado que no requiere de participación ciudadana, no responde a un interés común, no debe rendir cuentas de sus decisiones. Se logró tener una moneda común regulada por un Banco Central Europeo. Sin embargo, este Banco no responde a un interés ciudadano, ni sirve para promover el desarrollo o equiparar los niveles de vida entre los diferentes estados. Todo lo contrario, las economías dominantes boicotean la integración política y aprovechan la unidad monetaria para vaciar a los estados más pobres.
Ariel, viendo la consecuencia de esta mala organización desde lejos, indentifica a esta integración financiera y desintegración política como "la integración que Europa conoce". Bob se cuestiona si será beneficioso para el Mercosur o para la Unasur que la UE logre una integración más avanzada.
Yo respondo a ambos: creo que si se fortalecen las instituciones políticas, el ciudadano tendrá más control sobre las autoridades. Esto permitirá que la UE lleve adelante acciones que promuevan la transparencia y la equidad a la hora de los intercambios comerciales. El capital, bajo control de la ciudadanía, siempre favorece a las partes. Las reglas de intercambio entre Mercosur y UE serán, seguramente, más claras.
A propósito de cómo podrían funcionar las instituciones comunitarias europeas, existe la "Iniciativa Roosevelt 2012" que promueve quince reformas políticas para fortalecer a la Unión Europea. En el sitio web de Roosevelt 2012, en francés únicamente, pueden consultarse las propuestas: www.roosevelt2012.fr
En particular, destaco las propuestas 14a. "Hacer que resurja la democracia en Europa" y 15a. "Negociar un verdadero tratado de la Europa social".
Les dejo un cuadro comparativo entre las visiones sobre la política europea de dos candidatas al primer turno de las elecciones francesas de 2012. Son visiones muy extremas. Eva Joly, de Europe-Écologie Les Verts (partido en el que milito) promueve una integración federalista. El extremo opuesto lo promueve el partido ultraderechista "Front National" (obtuvo 19% de los votos): cierre de fronteras para el tránsito de personas, ciudadanía por ley de sangre, moneda nacional.. pero no propone controles al flujo de capitales. Esa posición es muy similar a la del actual presidente y candidato para el segundo turno, Nicolás Sarkozy.
No puse los contenidos del programa de Sarkozy para la primera vuelta, pues sólo quince días antes de las elecciones, presentó su programa y las proposiciones sobre la política europea se mostraban más flexibles respecto del cierre de fronteras. Ahora que necesita los votos de la extrema derecha para ganar en el segundo turno, retomó las propuestas más reaccionarias.
El domingo 5 de mayo se votará entre François Hollande (Parti Socialiste, apoyado por el Front de Gauche y por Europe'-Écologie Les Verts) y Nicolas Sarkozy (Union pour le Mouvement Populaire). Los franceses deberán decidir si posibilitarán el desarrollo de una UE integrada políticamente o si la integración se reducirá al capital financiero. À vous de jouer.
Cuadro comparativo entre Eva Joly y Marine LePen. Publicado por Le Monde