Don Jorge Luis Borges contaba que un aleph es un punto del universo en el que se encuentran todos los puntos. Algunos asociaron este objeto a los medios de comunicación o a la web.
De manera mucho más pedestre, podemos recordar el particular objeto borgeano cuando observamos ciertas referencias gastronómicas en Buenos Aires. Por ejemplo: la "milanesa a la napolitana", que conjuga el poder adquisitivo del norte con la riqueza gustativa y el ímpetu del mediodía peninsulares.
Esta mañana descubrí otro punto de encuentro más abarcativo en la pared de la cocina: un paquete de azafrán español marca "La Parmesana".
Ahora entiendo cómo pudo don Jorge Luis inspirarse para describir el aleph, valiéndose de su introspección física y su panóptica espiritual e intelectual en medio de Buenos Aires.