Los franceses, justamente, que se han ganado fama de creerse el
ombligo del mundo, parecen no darse cuenta de lo que significa el
resultado de estas elecciones. Para muchos, pareciera tratarse de un
tema de política interna, une affaire nettement franco-française. ¿Por
qué entonces vemos en la prensa extranjera tanta atención?
Para encontrar una respuesta, debemos comenzar por entender el rol
de Francia dentro de la Unión Europea (UE). No es inocuo quien quede al
frente del Estado francés. Por un lado, el actual presidente Nicolas
Sarkozy, candidato conservador, propone reestructurar la UE sobre la
base de nuevos acuerdos, reconsiderar la continuidad del acuerdo de
Schengen (que establece la libre circulación), un modelo de sociedad
comunitarista y una política impositiva favorable a las grandes
fortunas.
Por otro lado, François Hollande, candidato socialista, propone una
política europea favorable a una integración, respetar los derechos
adquiridos por los ciudadanos europeos, la integración de los
inmigrantes con el acceso al voto en elecciones locales, y una política
de impuestos progresiva para las grandes fortunas.
En 2007, Sarkozy ganó la presidencia luego de cinco años de
protagonismo como ministro de los gobiernos anteriores. Se presentó como
un hombre fuerte, decidido, con autoridad. Los socialistas, entonces,
estaban divididos, su candidata no expresaba claramente un consenso
partidario ni obtuvo apoyos de otras fuerzas. La crisis financiera
mundial no se hacía tan evidente, la UE continuaba sobre los rieles del
Tratado de Lisboa.
El panorama de 2012 es diferente. El programa neoliberal a ultranza
llevado adelante por la presidencia de Sarkozy dejó en evidencia que a
trabajar más no significó para el asalariado ganar más, la confrontación
continua deja al presidente-candidato sin apoyos de otras fuerzas para
el segundo turno y con un bloque de ultraderecha fortalecido y capaz de
exigirle concesiones.
El candidato socialista se presenta como “el cambio”, el candidato
del crecimiento (contra la austeridad) y de la integración social y
europea. Cuenta, además con el apoyo de fuerzas izquierdistas
minoritarias electoralmente, pero respetables políticamente: Frente de
Izquierda y Europa Ecología - Los Verdes.
Destaco, como observador argentino, el gesto de conciencia política
de estos dos grupos, quienes apenas sabido el resultado manifestaron su
apoyo por François Hollande, sabiendo que uno u otro no representan lo
mismo. Hollande, por su parte, no deja de resaltar y de reconocer esos
apoyos, que agregan legitimidad a su candidatura. Por otro lado, el
concepto de integración ciudadana de los extranjeros por medio de la
participación en la política es una proposición que merece ser reconocida
y aplaudida.
Enlace a la nota:
http://tiempo.infonews.com/2012/05/05/editorial-74854-no-parecen-darse-cuenta-de-lo-que-significan-estas-elecciones.php http://tiempo.infonews.com/2012/05/05/editorial-74854-no-parecen-darse-cuenta-de-lo-que-significan-estas-elecciones.php
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