Ojalá alguna vez se reunifique nuestro País, en paz.

Me gustó mucho esta publicidad oficial lanzada durante los festejos del Bicentenario. Ojalá que termine el imperialismo. Que acaben las dictaduras ilustradas (como la que gobierna el Reino Unido) que reconocieron siempre a las dictaduras cívico-militares como legítimas.

Verdad, justicia y memoria.
Paz, Derecho y razón.

La marcha de las Malvinas me provocó siempre malos sentimientos. Me pasa, como dice Eva Row, que tengo esa canción demasiado asociada a la guerra de 1982. A la excusa nacionalista chauvinista para afianzar la dependencia colonial utilizada por los dictadores argentinos.
La Marcha no tiene nada qué ver con la guerra, dado que fue compuesta en 1939. El efecto asociativo es una aberración emotiva.
Debo agradecerles a artistas verdaderos como Horacio Fontova y Emilio Delguercio que hayan grabado una nueva versión, devolviendo a la obra su valor artístico y despegando su música y su letra de todo significado marcial. Gracias, compañeros.